En las pruebas largas no soy capaz de comer nada y acabo vomitando

te duelen los músculos después de hacer ejercicio

Conócete, acéptate, supérate

Todo el que ha contactado conmigo alguna vez por correo electrónico ha visto que al final del texto siempre hay una frase que hace pensar.

Conócete, acéptate, supérate es una de mis frases favoritas. Es de San Agustín.

Te invita primero a conocerte, a saber dónde están tus fallos, dónde te equivocas, a tener presente cuáles son tus límites, pero también a saber cuáles son tus puntos fuertes para poder aprovecharlos y sacarles el máximo partido a ello.

Seguidamente te invita a aceptar la realidad. Tú eres alguien que nunca va a llegar a participar en una olimpiada porque no das tiempo para ello. O no vas a ser un ciclista que gane un Tour de Francia. No vas a nadar tan rápido como para representar a tu país en un campeonato del mundo. Acéptalo, porque sólo aceptándolo y reconociendo cuáles son tus posibilidades, serás más feliz y harás tu deporte y vivirás tu realidad menos frustrad@.

Supérate. A pesar de no poder ser lo que te gustaría llegar a ser, trata de sacar la mejor versión de ti mism@. Trata de ser el mejor Tú en cada momento. He conocido a mucha gente que no tenía cualidades fisiológicas para ser un gran campeón pero ellos ignoraron ese aspecto y lucharon, entrenaron duro y llegaron a ser deportistas muy buenos en su nivel y categoría. La constancia y esfuerzo por superarse suplió las buenas cualidades genéticas.

A esto invita esta frase reflexiva de San Agustín, a sacar la mejor versión de ti mismo estés donde estés, hagas lo que hagas.

Esta frase me vino el otro día a la cabeza cuando recibí un correo de un amigo de la web.

“Buenas tardes Pedro, Al final complete la semana 4 de entrenamiento propuesto y fui a la carrera del sábado, los 101 Peregrinos. Salí a muy buen ritmo pero desde el km 40 en adelante por problemas con la transmisión me quedé vacío y al final me dio el del mazo. Me retire x carretera en el 80 jajajaja.

De todos modos en pruebas de larga distancia me pasa muchas veces que en un momento dado el cuerpo no me admite más alimento ni líquido ni sólido y termino vomitando…..no sé que es.

En fin, solo quería comentarte esta situación por si tú sabrías reconocer cuál es el motivo. Dentro de unas semanas tengo Soplao de montaña y luego el de carretera.

Ya me comentas si tienes alguna solución.

Gracias Pedro.”

¿Te es familiar esta situación?

¿Has visto en alguna prueba larga a participantes parados y vomitando a causa del esfuerzo?

¿O te ha pasado alguna vez que has pillado una pájara por no alimentarte bien en una carrera o ruta larga y exigente?

Es una situación con la que me encuentro frecuentemente. Se va por encima del límite y el cuerpo se bloquea. No pide ni comer ni beber e incluso llega un momento en el que vomitas.

Esto tiene dos lecturas.

O bien estás enfermo y has ido a correr sin tener la salud adecuada.

O bien estás corriendo por encima de tus posibilidades, ya sea por falta de preparación o ya sea porque estás en un grupo que no es el tuyo.

Si continuamente vas por encima de tus posibilidades, el cuerpo se bloquea, se pone en modo defensa y va a ser difícil que sientas la llamada de la comida o de la bebida. Tu cuerpo no te pide ni de comer ni de beber porque está demasiado ocupado tratando de mantener todos los músculos cerca de su tope de trabajo.

Cuando una máquina está mucho tiempo trabajando a su máximo… acaba petando. Eso es lo que sucede, que llega un momento en el que no puedes más, tienes ganas de vomitar, se te nubla la visión e incluso pueden llegar a dar sensación de mareo y escalofrío.

Sencillamente vas por encima de tu límite.

mejorar subida bici

¿Quieres saber cuál es la solución para que en la siguiente ruta larga no te suceda esto?

Esto fue lo que le dije a nuestro amigo después de analizar su caso y sus datos de varias pruebas.

“Ya veo que no has hecho caso en ningún momento al pulsómetro. Por muy fuerte que vayan en la prueba los de delante, tienes que conocer tu cuerpo y saber cuáles son tus límites. Respétalos y no pases de ellos. Tú no lo respetas y vas como pollo sin cabeza corriendo detrás del de delante. Por eso petas y vomitas, porque te pasas mucho tiempo por encima de tus posibilidades.

NO RESPETAS TU ZONA DE PULSO DE TRABAJO ÓPTIMO.

Trata de poner el umbral del deseo en la zona de realidad. Seguramente quieras ganar la prueba, pero es posible que no tengas ni el tiempo, ni las condiciones físicas, ni la alimentación ni las preocupaciones que tiene el ganador de la prueba. Si quieres llegar con el primero, entrena, duerme, come, recupera, vive como el primero, pero no pretendas tener una vida normal, trabajando 10 horas cada día, arañando horas a la noche para entrenar, durmiendo poco… y además ganar la carrera.

Utiliza el pulsómetro en este tipo de pruebas en los umbrales de trabajo de 4 o 5  horas que ya conoces y que hemos estado trabajando en los entrenamientos y verás que no vomitas y haces una gran prueba. Mucho mejor de lo que tú te puedas imaginar. Conócete, acéptate, supérate.”

Ese es el problema de muchos deportistas, que no ubican sus pretensiones dentro de su realidad. Por eso vomitan, por eso no acaban, por eso incluso ponen en riesgo la salud y la vida.

Se consigue mejor resultado manteniendo el pulso lo más constante posible desde el principio al final de la prueba, que tratando de ir en un grupo que no es el tuyo. Si marcas tu pulso medio de trabajo desde el principio de la prueba, pasadas las dos primeras horas empiezas a ver cómo adelantas a compañeros que en su momento comenzaron muy fuerte. Mientras tú llevas el corazón en su zona óptima de trabajo, ellos ya han dado todo lo que tienen y o bien se han retirado, o simplemente no tienen más para dar y los pasas como una moto. Este umbral o pulso de trabajo lo subiremos o bajaremos según vayamos trabajando y mejorando nuestra condición física. Depende de muchos factores, tanto del entrenamiento como del descanso y la alimentación, de la recuperación y por supuesto de nuestra genética.

Después de enviarle mi correo a nuestro amigo, inmediatamente esto fue lo que me contestó.

“Jajajaja, qué razón tienes Pedro. Esto de vomitar me suele pasar en pruebas largas. En las cortas no… Llega un momento en el que mi cuerpo se bloquea, como si entrase en “modo seguro” y no me deja subir de pulsaciones y tampoco me deja comer o beber… Es así. No pensaba que fuera por pasarme de pulso, la verdad… siempre lo he achacado a otros motivos y he puesto muchas excusas para justificar esa situación tan extrema. Agradezco tu opinión ya que si alguien con experiencia lo ve tan claro, me quedo más tranquilo. Intentaré regular más en las próximas carreras largas y te iré contando”.

Insisto:

Conócete, Acéptate, Supérate.

Saca la mejor versión de ti mismo en cada momento, pero que esa versión tenga en cuenta tu vida, tus circunstancias y por supuesto tu genética. Sólo ubicando tus pretensiones dentro del umbral de tu realidad, vas a disfrutar al máximo de la mejor versión de ti mism@ sin ningún tipo de agobio ni angustia por no llegar a un lugar que no es el tuyo, siempre teniendo en cuenta las circunstancias de cada uno.

Si quieres mejorar en el deporte, mejora también todas las circunstancias de alrededor de tu vida para que puedas entrenar con más calidad, dormir con más calidad, alimentarte con más calidad.

Sólo creando las circunstancias y aprovechándolas, podrás mejorar tu propia versión de ti mism@.

Sé Feliz
Pedro García

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
1
¡¡¡Hola!!!
¿Estás buscando algún producto?
¿Quieres que te ayude?