Comer despacio adelgaza; haz la prueba

Comer despacio es beneficioso para la pérdida de peso. Al masticar lentamente, se controla el apetito y se previene el exceso de comida y posibles daños en el aparato digestivo.

Estudios científicos demuestran la relación entre el ritmo de alimentación, salud intestinal y el aumento de peso.

Beneficios de comer despacio para la pérdida de peso

Comer despacio no solo es una forma de disfrutar más de la comida, sino que también conlleva beneficios significativos para la salud y peso.

A continuación, te detallo los aspectos positivos de adoptar este hábito:

Control del apetito y sensación de saciedad

• Liberación de hormonas que controlan el hambre.

Al comer lentamente, permites que tu cuerpo libere hormonas responsables de regular el apetito y generar la sensación de saciedad, como la Leptina. Esto reduce la ingesta calórica de forma natural.

Mejora de la digestión y absorción de nutrientes

• Prevención de problemas intestinales y estomacales.

La alimentación pausada favorece una óptima digestión, ya que al masticar bien los alimentos facilitas su procesamiento en el estómago y posterior paso por los intestinos, evitando malestares como gases, indigestión o favorecer la permeabilidad intestinal.

Controla las porciones y evita comer en exceso

Mantener un ritmo tranquilo al comer permite estar más atentos a las señales internas de saciedad, y esto ayuda a controlar las porciones, evitando consumir más alimentos de los necesarios.

Relación entre el ritmo de alimentación y el aumento de peso

La velocidad a la que comes puede tener un impacto significativo en tu peso.

Diversos estudios científicos han demostrado que las personas que comen rápido, tienden a tener un mayor índice de masa corporal y son más propensas a la obesidad.

Estudios científicos sobre la velocidad de la alimentación y el aumento de peso

Estudios revelan que las personas que comen más rápido tienen un aumento de peso considerable, en comparación con los que tienen un ritmo de alimentación más pausado.

Otro estudio demostró que aquellos que comían más rápidamente, ganaron el doble de peso que aquellos que disfrutaban de su comida de forma más lenta.

Comer despacio puede ser una estrategia efectiva para el control del peso ya que existe una relación directa entre comer rápido y el aumento del porcentaje de grasa corporal.

Aquí tienes alguna referencia científica que te aportará más datos.

Estudio
Comer a un ritmo fisiológicamente moderado conduce a una respuesta peptídica intestinal anorexígena más pronunciada que comer muy rápido.

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Estudio
Comer rápido conduce a resistencia a la insulina

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Estudio
Efectos de los cambios en la velocidad de alimentación sobre la obesidad en pacientes con diabetes: un análisis secundario de datos de controles de salud longitudinales

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Estudio
La asociación entre comer rápido y un aumento excesivo de peso gestacional

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¿Te has fijado que las personas que comen despacio, tienden a ser más delgadas?

A la hora de comer, la gran mayoría de las personas (especialmente aquellas con niveles de estrés elevado) tienden a devorar los alimentos sin masticar adecuadamente.

Cuando el estrés es elevado, se produce un aumento en los niveles de cortisol en el cuerpo. Esta hormona, entre otras funciones, promueve la acumulación de grasa alrededor de la zona abdominal.

Pero esto podría tener una solución sencilla. ¿Alguna vez has contado cuántas veces masticas un bocado antes de tragarlo?

La ventana del apetito

El concepto de la “ventana del apetito” no es una noción científicamente reconocida en el sentido literal. Sin embargo, se puede entender como un período de tiempo durante el cual el cuerpo experimenta un aumento del apetito o una mayor sensación de hambre.

Esto puede ser influenciado por varios factores, como el horario regular de las comidas, los niveles de actividad física, el tipo y la cantidad de alimentos consumidos, o si existe en en cuerpo algún trastorno o disfunción como hipotiroidismo o la hipoglucemia reactiva entre otros.

La duración exacta de lo que podríamos llamar la “ventana del apetito” puede variar según cada persona y sus diferentes circunstancias. Sin embargo, en términos generales, esta ventana del apetito puede tener una duración aproximada de unos 10 a 20 minutos desde el inicio de una comida.

Durante este tiempo, el cuerpo está más receptivo a las señales del hambre y es cuando se experimenta una mayor sensación de apetito. Después de este período inicial, la sensación de saciedad comienza a establecerse gradualmente a medida que los alimentos son digeridos y se liberan hormonas que indican al cerebro que ya hemos consumido suficiente comida.

La forma en que una persona gestiona su ingesta alimentaria puede influir en la percepción de esta ventana del apetito. Por ejemplo, comer lentamente y prestar atención a las señales de saciedad puede ayudar a optimizar la gestión del apetito y la ingesta de alimentos.

Si comes rápido, ingieres mayor cantidad de alimentos durante el tiempo que la “ventana del apetito” está activa. Si comes despacio y de forma pausada, tomarás menos alimentos durante el periodo que tu cuerpo te envía señales de hambre.

Consejo para comer despacio

La próxima vez que te sientes a comer, pon estos consejos en práctica;

Debes de tener la espalda recta. Nunca estés con la espalda encorvada.

Las personas que encorvan su espalda a la hora de comer, tienden a comer más rápido.

La postura es muy importante.

Si estás tratando de implantar autoridad y rigor, no puedes tener una mala postura. Debes de tener una postura enérgica, que te dé confianza.

Mastica cada bocado entre 20 y 30 veces antes de tragarlo.

Cuenta de manera consciente el número de veces que masticas los alimentos.

Este hábito te ayudará poco a poco a consumir menos cantidad de comida durante el tiempo que está abierta la “ventana del apetito“.

Más recomendaciones para adoptar un ritmo de alimentación pausado

Control del apetito y sensación de saciedad

Si adoptas un ritmo de alimentación pausado, podrás tener mayor control sobre el apetito, lo que te ayudará a sentir saciedad con una ingesta menor de alimentos en comparación con comer rápido. Al masticar lentamente, evitas excederte en la comida hasta que tu cerebro envía las señales de saciedad.

Mejora de la digestión

Masticar bien los alimentos es fundamental para una buena digestión. Al comer despacio, evitas problemas estomacales como digestiones pesadas, gases y reflujos.

Mejor absorción de nutrientes y prevención de problemas intestinales

Al ingerir los alimentos de manera pausada, se reducen las posibilidades de sufrir problemas intestinales como mala absorción de nutrientes, intestino permeable o malestar gástrico, lo que contribuye a mantener una buena salud digestiva e intestinal a largo plazo.

Control de porciones y prevención de comer en exceso

Comer despacio permite disfrutar de cada bocado, prestando atención a las señales de saciedad que indican cuándo has consumido suficiente comida. De esta manera, puedes controlar mejor las porciones y evitar excesos innecesarios.

Importancia de masticar bien los alimentos

Es fundamental tomarse el tiempo necesario para masticar cada bocado correctamente. Concéntrate en saborear los alimentos y en la textura de cada bocado, y tómate el tiempo necesario para masticar antes de tragar.

Practicar la alimentación consciente

La alimentación consciente implica prestar atención plena a cada comida, saboreando cada alimento y centrando la atención en el acto de comer. Para ello, evita sentarte a la mesa con la televisión encendida. Esta práctica te ayuda a disfrutar más de la comida y a ser conscientes de tus decisiones alimentarias.

Elimina distracciones como la televisión o el teléfono durante las comidas y saborea cada bocado, tratando de apreciar los sabores y aromas de los alimentos.

Crea hábitos saludables

Elige alimentos nutritivos y variados para cada comida y trata de establecer horarios fijos para desayunar, almorzar y cenar, evitando picar entre horas.

Comer despacio te ayudará a perder peso

Comer despacio no solo va a servir para que tengas una mejor digestión y disfrutes de los alimentos, sino que también te ayudará significativamente a perder peso (o al menos a evitar ganarlo) y a mantener un estilo de vida saludable a largo plazo.

Al adoptar este hábito sencillo no solo estás nutriendo mejor tu cuerpo, sino que también estás honrando el arte de la alimentación consciente.

Así que la próxima vez que te sientes a la mesa, recuerda saborear cada bocado, respirar profundamente y permitir que tu cuerpo y mente se conecten con la experiencia de comer despacio, sin televisión ni móvil a mano que puedan distraer tu atención.

Tu salud, peso y bienestar te lo agradecerán.

Sé Feliz

Pedro García