Entrenamiento invisible; Conócelo y practícalo para mejorar

Entrenamiento invisibre vitaminas

¿Sabes qué es el entrenamiento invisible?

¿Lo practicas cada día?

Es una manera sencilla de mejorar tu rendimiento.

Todo el mundo conoce que hay multitud y variadas maneras de hacer ejercicio; el gimnasio, la bici, el running, la piscina, el fútbol, las clases dirigidas…

Pero también hay distintas maneras de entrenar; unas que se ven y otras que no se ven. Hay entrenamientos activos y entrenamientos que no se ven.

Uno de los entrenamientos que no se ven es el entrenamiento invisible . (claro, no se ve porque es invisible 🙂

El entrenamiento invisible son aquellos hábitos que llevas en tu vida diaria y que hacen que tu cuerpo se recupere antes de los entrenamientos voluntarios, haciendo que dichos entrenos sean asimilados con mayor calidad.

¿Cuáles serían por ejemplo esos hábitos del entrenamiento invisible?

-Dormir las horas adecuadas para el descanso y la regeneración muscular de tu cuerpo.

-Evitar las salidas nocturnas frecuentes (con comidas copiosas y gran cantidad de alcohol).

-No fumar.

-No tomar alcohol.

-Alimentarse bien tras un entrenamiento.

-Tener una alimentación equilibrada y saludable.

-Seguir unas pautas ordenadas de suplementación.

-Masajear la musculatura frecuentemente…

Todo lo que facilite la recuperación y regeneración muscular estaría englobado dentro del  entrenamiento invisible .

A medida que vamos cumpliendo años, cada vez resulta más importante el entrenamiento invisible para seguir rindiendo al máximo.

Es muy probable que un chaval de 25 años y uno de 45 consigan tiempos muy parecidos, pero el chaval de 25 años, tras una prueba exigente va a recuperar dos veces más rápido que el de 45. La juventud es lo que tiene… Por eso el de 45 años si quiere rendir a tope, es muy seguro que no necesite entrenar más, sino entrenar mejor y descansar más. Entrenar con más calidad y realizar el entrenamiento invisible todo lo mejor que pueda.

Si quieres estar más fuerte, si quieres ir más rápido… tenemos que entrenar, claro que sí. Sin esfuerzo físico no hay crecimiento ni mejora muscular, pero al igual que tienes unas rutinas y unas pautas de entrenamiento para mejorar, créate unas rutinas y unas pautas para el descanso, para la alimentación, para el masaje, para la recuperación. Esta es una pieza fundamental del puzle de la mejora del rendimiento. Solamente entrenando mejor y realizando descansos de calidad junto con unos buenos hábitos saludables, incrementaremos nuestro rendimiento.

De esta manera, estando descansado, podremos realizar los entrenamientos de máxima calidad de los que tanto hablo. Siempre mejor la calidad que la cantidad.

¿Qué hábitos te harán tener un buen entrenamiento invisible?

Duerme y descansa bien. Vete a la cama temprano. No lo hagas después de las 23.30. Muchas veces nos quedamos viendo en la tele cosas que no nos aportan nada. Ve pronto a dormir. En el sueño es cuando reparamos nuestros músculos y cuando la hormona del crecimiento está más activa. Cuanto antes te vayas a descansar, mucho mejor.

Aliméntate bien. Mantente alejado del azúcar y de las harinas refinadas, de los alimentos con grasa trans, de los fritos, del alcohol… Incorpora a tu alimentación mucho color; frutas, frutos secos (no fritos ni con sal añadida) verduras todo lo crudas que puedas, o en su defecto al vapor. No comas menos de 5 veces al día. Pequeñas comidas varias veces al día te ayudarán a tener el metabolismo activo.

Toma los suplementos adecuados. Proteínas, aminoácidos, vitaminas del grupo B, minerales, antioxidantes… Recuerda que tu cuerpo está quemando recursos de manera exponencial cuando realizas entrenamientos de calidad. Trata de reponer aquello que está perdiendo en los entrenamientos y recuperarás más rápido.

Mima tu cuerpo. Aplícate masajes, bien con el electroestimulador o con el masajista. Aprovecha el momento del masaje para desconectar y relajarte al máximo. Es muy importante “mimar” la musculatura ya que es la herramienta que utilizamos para realizar nuestros entrenamiento. Dentro de esos “mimos” tenemos también los estiramientos, importantísimos tras cada entrenamiento.

Si tienes oportunidad, haz meditación. No podemos tener un cuerpo fuerte sin una mente fuerte. Mente y cuerpo van unidos. Trata de relajar tu cuerpo y tu mente a la vez con pequeñas sesiones de meditación. Concéntrate en una hoja volando, en un tul de seda que es llevado por el viento, en el sonido de una cascada en mitad del campo, en el rumor del viendo, en el sonido del mar. A la vez que lo haces, piensa que tu cuerpo no pesa, que eres ligero, que tus músculos se relajan al máximo y que pierden toda tensión.

Este tipo de ejercicios tienen más poder en nosotros de lo que podamos pensar. Somos cuerpo y mente todo en uno. El cuerpo no va separado de la mente. Este será un hábito que te ayudará no sólo en los entrenamientos del día a día, sino también en tus quehaceres diarios.

Espero que esta pequeña guía te ayude a crearte un buen entrenamiento invisible.

Sólo realizando recuperaciones de calidad, podremos realizar entrenamientos de calidad.

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Sé Feliz

Pedro García.

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