Consejos para mejorar tu rendimiento; deja de ser tu peor enemigo

escucha a tu cuerpo y no te lesiones

Cuando algún familiar o amigo te pide un consejo sobre qué debe de hacer para recuperar de alguna lesión fácil como pueda ser una torcedura de tobillo o un golpe en la rodilla, enseguida sabes qué recetarle:

Primero frío para que baje inflamación. Mucho descanso hasta que no te duela y cuando haya bajado la inflamación paños calientes. Cuando estés mejor poco a poco volver a tu actividad física normal.

Es de lógica

Si hay un dolor con inflamación, lo primero que hay que hacer es que la inflamación baje. Para ello se necesita reposo y frío. Una vez la inflamación ha bajado, hay que volver poco a poco y progresivamente a la actividad diaria. Vimos algo de esto en un artículo anterior.

Me he lesionado, ¿Utilizo frío o calor?

Es sencillo, ¿verdad?

Los deportistas aficionados no sabemos parar. Somos nuestros peores enemigos.

Si sabes qué tienen que hacer los demás para recuperar… ¿por qué no lo haces tú cuando lo necesitas?

Es más fácil dar consejos que llevarlos a la práctica verdad…

Cada semana me encuentro historias parecidas:

  • Tenía que haber recuperado esta semana pero al final me he picado con uno que me encontré…
  • Hoy he apretado un poco, pero no demasiado. Aunque estaba en periodo de asimilación…. No importa mucho, ¿verdad?
  • No soy capaz de salir de esta lesión. Cuando vuelvo al entrenamiento intenso, a los pocos días rompo.
  • La rodilla esta me molesta cada vez que aprieto, y llevo así más de seis meses. Paro una semana pero cuando vuelvo a apretar… y me sigue molestando… no se cura…

Tu peor enemigo eres tú mismo

Dentro de nosotros hay un mecanismo egoico que nos impide parar cuando estamos lesionados o recuperar y respetar el descanso cuando toca.Aun sabiendo que necesitamos descansar, seguimos machacando al cuerpo hasta que ya no puede más.

Queremos ser siempre los mejores, en todo momento, y lo peor de todo, demostrarlo continuamente.

Es más fácil dar consejos a los demás antes que aplicarlos a uno mismo.

Dos ejemplos claros de maltrato al cuerpo

A ver si te sientes identificado con esta situaciones

Hola Pedro

Me estoy encontrando un poquito cansado en los entrenamientos.

Veo que el pulso no me sube como antes y que no tengo tanta gana de entrenar.

Llevo ya 4 meses de entrenamiento pero se me está haciendo muy cuesta arriba estas dos últimas semanas.

No sé si será la carga en el entrenamiento .

¿Podemos revisarlo por favor?

Después de mirar los watios de los días de entrenamiento y de los días de descanso, pude comprobar que en ambos días la carga de trabajo y el estrés (TSS) eran muy similar.

Ahí estaba el fallo. Cuando le tocaba entrenar, sí que entrenaba, pero cuando era hora de salir a recuperar, iba con la grupeta, y ya sabes cómo va la grupeta… cada día le toca uno tirar o hacer su entrenamiento.

Ante la evidencia de estos datos, su respuesta fue esta.

Hola Pedro

Tienes razón, tenía que haber descansado más, pero es que me pico con una mosca que pase a mi lado y no soy capaz de quedarme descolgado y de hacer mi entrenamiento solo. Me gusta más ir con el grupo y aguantar, y si puedo rematar y llegar el primero, me siento mucho mejor.

Este es un claro ejemplo de cómo el ego destruye al deportista.

El deportista que no se puede controlar y poco a poco va quemando cartuchos hasta que se queda vacío, sin fuerzas.

Otro ejemplo está en las recuperaciones de las lesiones

Hola Pedro

Estoy disputando el campeonato regional de Euskadi y estoy entre los 5 primeros.

Me queda todavía media temporada pero tengo un problema con la rodilla. Cada vez me está doliendo más y ya no sé qué hacerle.

Entreno todos los días de la semana y soy de los mejores de mi grupeta. No se me da mal esto del ciclismo.

Soy autónomo y el tiempo lo tengo que sacar muchas veces a la noche.

He probado de todo para la rodilla; pomadas, me he infiltrado, me he dado Indiba… y nada. Al principio unos días está mejor pero cuando vuelvo a entrenar, me vuelve a molestar.

¿Me puedes ayudar?

Bueno, un autónomo que echará entre 8 y 10 horas a su trabajo más después las horas de entrenamiento, tratar de compararse con personas que seguramente solo trabajen por las mañanas y tengan la tarde libre para entrenar, combinando estrés de trabajo con estrés deportivo y seguramente también el familiar…

Yo ahí no puedo ayudar. El único que te puede echar una mano eres tú mismo

Levanta el pie, Para y Descansa

En casos así, el cuerpo está enviado claras señales de que no es capaz de asimilar tanto entrenamiento (pero el deportista no lo escucha y continúa entrenando 7 días a la semana con competición incluida)

Tu cuerpo es sabio y te está avisando, pero tú haces oídos sordos.

Tu Ego no permite que hagas caso a las señales que envía tu cuerpo.

Si continuas sin hacer caso a tu cuerpo, el siguiente paso será una lesión encadenada.

La lesión encadenada funciona de la siguiente manera.

Te duele una rodilla cuando haces deporte. Para evitar no cargar esa pierna, cuando corres o vas en bici el cuerpo busca el punto de menor dolor tratando de hacer más fuerza con la otra pierna.

Al hacer más fuerza con una pierna que con otra, también trabajas más una parte de la musculatura lumbar y abdominal,  y por ahí vienen las descompensaciones musculares.

Los músculos que menos trabajan se debilitan cada vez más.

También se sobrecargan más los músculos que más trabajo realizan, por lo que es muy habitual que la zona que más carga aplica termine por lesionarse..

El estrés también hace de las suyas

El estrés es uno de los peores enemigos de los deportistas.

No solo provoca inquietud, ansiedad y te hace pasar malas noches.

También produce inflamación.

Si hay indicadores de inflamación dentro de tu cuerpo y además tú añades inflamación extra con entrenamientos exigentes, más pronto que tarde tu cuerpo se quejará.

¿Y cuál es la solución?

Venga, ¿estás de broma?

¿De verdad te tengo que decir cuál es la solución a esto?

Pero si tú lo sabes de sobra. La solución es parar, descansar, hacer ejercicio físico no competitivo. Un ejercicio físico que te sirva para despejar la mente, no para aumentar más tu estrés.

Ya ya, ya sé que tu Ego te impide pensar en hacer ejercicio físico sin competir, sin demostrar continuamente a los demás que eres mejor que ellos, ya lo sé.

Yo solamente te estoy dando la solución a tu mal, a tu lesión que no termina de recuperar, a tu problema de inflamación, a tu problema de sobreentrenamiento.

Ahora eres tú quien decide qué hacer.

Pero recuerda que si no te recuperas de tu lesión, no es porque los médicos no sepan hacerlo bien o porque tu fisio no dé con la tecla para solucionar tu problema.

No te recuperas de tu lesión porque tú eres tu peor enemigo.

Sé Feliz
Pedro García

2 respuestas

  1. Es interesante esta reflexión. Entiendo perfectamente el espíritu competitivo de buena parte de los que -en este caso- hacen ciclismo. Lo que no entiendo, en realidad sí pero esa es otra historia, es la venda que la mayoría se pone y no es capaz de ver más allá de sus entrenamientos, carreras, y un largo etcetera, con todo el desgaste y stress que a nivel personal y familiar conlleva. Y al final, ¿para qué?. Es una rueda de hamster. Lo veo a mi alrededor, y la verdad, me dan pena.
    Está bien plantearse retos, pero hay que ser realista y saber que te dejas por el camino.

    Un saludo

    1. Es el “Ego” amigo Genci, quien te pone esa venda y tú eres quien le das alas para que sea él quien dirija tu vida.
      El deporte competitivo es capaz de sacar lo peor de cada persona.
      No solo puede llegar a destruir lo que tienes al lado, lo que más quieres. También puede llegar a destruir a uno mismo.

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