Llevo ya unos meses entrenando de manera seria con potencia con “Powertap” y me gustaría compartir con vosotros las primeras conclusiones que estoy sacando. Las hay positivas y negativas, aunque en general estoy contento con los resultados.
Comencemos por las negativas;
-Lo peor de entrenar con potenciómetro es que si quieres buenos resultados, has de ir casi todo el tiempo “apretado” y esto te impide la relación social con los colegas de grupeta. Antes de tener powertap, yo salía con mi grupeta y me quedaba con ellos charlando y riendo. Cuando llegaba el momento de la batalla, apretaba en los momentos puntuales para llegar en el grupo de delante a tomar el café o a la finalización de la ruta. Ahora eso no vale. Ahora tengo una “maquinita” que me está indicando en cada momento si estoy entrenando o si me estoy tocando la barriga. Esto me obliga a ir casi siempre delante para entrenar en mi zona de trabajo óptimo, cosa que no meja mucho tiempo para la relación social.
Las positivas son varias, y pueden compensar a las negativas:
–La primera positiva es que por fin sabes cuándo estás entrenando y cuándo te estás tocando la barriga. Antes, cuando no tenía powertap y no había referencia de potencia, realizar un entrenamiento para mí era salir en el grupo, dejar que los de delante tiraran y acompañarlos. Ahora no. Ahora tienes un aparato que te dice si el entrenamiento está siendo efectivo o si estás dando un suave paseo, aunque vayas a 40 Km/h, ya que sucede muchas veces que voy a 40 km/h dentro del grupo pero la potencia que estoy realizando es como si yo fuera solo a 28 km/h. Los que verdaderamente están haciendo fuerza y entrenando en condiciones son los de delante, los que van tirando.
–La segunda es que tengo una referencia que me indica si el que va delante tirando está haciendo un esfuerzo normal, intenso o súper-intenso. Por ejemplo el otro día vinieron varios chavales nuevos al grupo y se pusieron a dar relevos en llano a 400 watios, bueno, yo tenía que ir a 400 watios para poder seguirlos, con lo cual quiere decir que ellos tenían que ir al menos a 425 ó 430 watios (siempre tomándome de referencia a mí, ya que seguramente ellos fueran a menos watios debido a la diferencia de peso). Esta referencia me ayudó psicológicamente para apretar los dientes y agarrarme fuerte a ese grupo porque sabía que a esa intensidad no se puede aguantar mucho tiempo. Efectivamente, a los 15 minutos dejaron de dar relevos y la intensidad bajó. Quemaron los cartuchos que tenían antes de tiempo y cuando llegó la subida, todos esos que fueron tirando como animales, se quedaron en el primer kilómetro.
–La tercera es que has de sabes cómo tienes que entrenar en cada momento. Si quieres hacer fondo, sabes los watios a los que tienes que ir. Si quieres hacer subida, sabes los watios a los que has de entrenar, si quieres hacer recuperación activa, sabes de los watios que no debes de pasar. El powertap te ayuda a saber cómo tienes que ir en cada entrenamiento.
–La cuarta es que te indica en cada momento cómo de bien o de mal es tu estado de forma. Puedes decidir el ir a una competición o no, o puedes decidir si hacer un entrenamiento más duro de lo habitual o no, ya que tienes información de tu estado de forma y de cómo éste ha ido evolucionando o decayendo a lo largo de toda la temporada. Por ejemplo me ha pasado alguna semana notar que puedo ir por encima de los watios normales de entrenamiento con un pulso más bajo de lo habitual. Esas semanas he ido como un tiro. Y al revés también me ha sucedido, el ir con un pulso algo alto pero los watios no subían con facilidad. Ese día iba arrastrado…
En resumen, este año me ha ayudado muchísimo el tener la referencia de powertap para entrenar. He aprendido que cada deportista tiene una serie de “cartuchos” para disparar durante un entrenamiento, es decir, puede ir por encima de sus posibilidades durante un tiempo muy corto, pero no siempre. Existe una “zona optima de trabajo” que si te mantienes en ella, puedes hacer un bonito y provechoso entrenamiento, aumentando o manteniendo así tu estado de forma. Si estás por debajo, no sacas todo el potencial que te puede dar ese entrenamiento y si estás por encima, tu entrenamiento va a durar muy poco. Si los cartuchos los quemas al principio, no los va a tener para el final de la ruta o la carrera. Si uno va controlando su “tirada de cartuchos” y controla el ritmo al que va entrenando, cuando llegue el momento, tendrás “gas” para apretar en la subida o mantener durante un tiempo determinado un ritmo determinado.
Como ves, estos cuatro puntos positivos hacen que poco a poco vaya siendo un ciclista más eficiente. El entrenamiento por potencia te ayuda a entrenar mejor y a conocerte a ti mismo, dándote información sobre el trabajo que estás realizando en cada momento.
En el siguiente artículo te daré el resumen del incremento de potencia que he tenido en este último año. Te daré el resumen del último test de 20 minutos y lo compararemos con el que hice a principio de temporada. Veremos la evolución en fuerza, pulso y revoluciones.
Sé Feliz.
Pedro García.