Aparte de cuidar la cantidad y calidad de los alimentos que tomas en cada comida, para mantener un peso saludable y equilibrado es importante también cuidar la alimentación y poner voluntad y conciencia durante el fin de semana.
¿No te da rabia?
Toda la semana cuidándote con la cena, con la comida, con las cantidades, con lo que bebes… y llega el fin de semana y lo echas todo a perder.
A muchas personas les ocurre esto. Se cuidan durante toda la semana pero el fin de semana pierden el conocimiento. Cuando llegan el domingo por la tarde comienzan los remordimientos y el lunes de nuevo… a la dieta y a los buenos alimentos. Asocian el comer desmesuradamente con el placer, y el llevar una alimentación correcta y equilibrada con la esclavitud. Pensando así… es normal que la semana se haga más dura de lo que ya es. Con esta forma de pensar es muy difícil conseguir que tu cuerpo pierda grasa o mantenga el peso, por eso es necesario hacer cambios en la forma de pensar.
¿Sabes que todo lo que estás ganando durante la semana lo estás perdiendo el sábado y el domingo?
Si tu objetivo es perder peso, tienes que evitar por todos los medios comer más de lo necesario durante el fin de semana porque todo lo conseguido de lunes a viernes, se tira a la basura durante los excesos del sábado y domingo.
El lunes cuando vuelves a comenzar con los alimentos y las cantidades correctas, sueles pesar entre uno y dos kilos más que el viernes, que fue el último día que cuidaste tu alimentación. Pues bien, hasta el siguiente viernes, no vas conseguir eliminar ese exceso de peso del fin de semana, pero claro, como el viernes por la tarde vuelve a comenzar el fin de semana y vuelven los excesos, el lunes vuelves a tener otros dos kilos de más, con los que tienes que estar peleando de nuevo hasta el siguiente viernes, para el fin de semana volver a recuperarlos… y así, dentro de esta rueda sin sentido no consigues nunca bajar de peso. Estás estancad@, desilusionad@ y frustrad@ porque la dieta que estás haciendo te está suponiendo mucho esfuerzo y no ver ningún resultado.
¿Quién es el responsable de que no haya ningún resultado? ¿La dieta? O tu actitud…
Si sales con los amigos, tienes que aprender a decir no al postre dulce.
Aprende a renunciar a repetir más comida.
Aprende a compartir la mitad de una porción grande con algún amigo o con tu pareja.
Aprende a no comerte la guarnición de patatas fritas.
Aprende a evitar las bebidas azucaradas mientras comes.
Echa un vistazo a este artículo donde aprenderás más trucos para perder peso sin grandes esfuerzos.
Por supuesto que una vez a la semana tienes derecho a una comida sin restricciones, una comida que sirva de recompensa por lo bien que lo estás haciendo durante toda la semana, pero ojo, una comida, no un fin de semana entero. Y otra anotación importantísima para que consigas tu objetivo: Come de lo que quieras, pero no todo lo que quieras. Un punto muy importante es la cantidad de comida que comes. ¿Realmente es necesaria tanta cantidad de comida? Si te sientas a la mesa y todo lo que ves es poco… ¿Tiene más hambre tu cabeza que tu estómago? Analízalo (si te acuerdas) antes de comer, porque esa actitud te esta indicando que tu relación con la comida no es saludable.
Como ves, esto es un aprendizaje continuo en el que es necesario poner conciencia y tener en mente tu objetivo. Es muy frustrante estar durante toda la semana haciendo bien las cosas y ver el lunes que la báscula tiene el mismo peso que tenías hace un mes.
Estos son los dos principales secretos que te ayudarán a perder peso y a mantenerlo para siempre, el controlar la cantidad de alimentos que tomas en las cenas y el controlar la cantidad de comida que tomas el fin de semana. Si los controlas, controlarás tu peso.
Estos dos ingredientes no pueden hacer un buen guiso si no se condimentan bien. Al igual que los alimentos no saben a nada si no se les da un toque de especias, en este plan pasa lo mismo.
El condimento que necesitas es voluntad y conciencia.
Voluntad para saber decir NO, para saber decir YA TENGO LA CANTIDAD DE COMIDA SUFICIENTE.
Conciencia para estar despierto en cada momento y no comer por inercia porque ves comida en la mesa, evitando de esta manera comer más de lo necesario. Conciencia para saber qué hace cada alimento en tu organismo (te da energía, se acumula como grasa…), Conciencia para discernir entre si realmente necesitas comer ese pedazo de pastel en el postre o puedes cambiarlo por una pieza de fruta, o incluso por una infusión. Conciencia para reconocer si estás comiendo porque tienes hambre o por puro placer. Sé Consciente en todo momento para que puedas reconocer rápidamente si la cantidad de comida que estás ingiriendo está sirviendo para alimentar a tu organismo o para alimentar tu gula. Pon Conciencia en masticar hasta 20 veces los alimentos, en comer lentamente.
¿Recuerdas este artículo? ¿Comes para vivir o vives para comer?
https://www.deporteysaludfisica.com/vives-para-comer-o-comes-para-vivir/
Estos son los dos principales hábitos que te harán perder peso.
¿Estás dispuest@ a poner de tu parte?
Sé Feliz
Pedro García