Experiencias y resultados 101 Ronda y Maraton. Seguimos haciendo bien las cosas
19 mayo, 2015
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¿Alguna vez te has sentido con “mal cuerpo”, con dolor de garganta y tos, y te has preguntado si deberías ir al gimnasio? Es un dilema común para quienes hacen ejercicio regularmente.
Si te encuentras en esta situación, aquí tienes una guía para ayudarte a decidir cuándo es seguro hacer ejercicio físico y cuándo es mejor quedarte en casa descansando.
El truco está en prestar atención a dónde se centran tus síntomas.
Hacer ejercicio con gripe puede ser una decisión delicada.
Según los síntomas, es posible realizar actividad física moderada, siempre y cuando estos sean “por encima del cuello”.
En estos casos, se sugiere disminuir la intensidad y optar por actividades suaves como salir a caminar.
Sin embargo, si los síntomas son “por debajo del cuello”, se desaconseja hacer ejercicio para evitar complicaciones.
Es importante en ambos casos ser cautos con la intensidad del ejercicio ya que cuando el cuerpo se encuentra enfermo o no está en plena salud, hay que ayudarlo a recuperar con el descanso.
Recuerda, descansar cuando estás enfermo no arruinará tu estado físico. Al contrario, permitirá que tu cuerpo se recupere más rápidamente. Cuando estés constipado, es importante escuchar a tu cuerpo y darle el descanso que necesita para sanar.
Si quieres hacer ejercicio y tienes síntomas como:
Es posible que puedas hacer ejercicio con precaución y moderación, evitando la intensidad extrema. Trata de no exponerte al frío después del ejercicio.
Una sesión de mantenimiento será suficiente para tener tus músculos activos sin empeorar tu condición.
Si presentas síntomas como goteo nasal, congestión nasal, estornudos y dolor de garganta leve, es posible realizar actividad física de forma moderada, pero debes tener en cuenta que estos síntomas indican un resfriado común sin fiebre.
Para adaptar tus entrenamientos, te recomendamos bajar la intensidad y duración de los ejercicios hasta que te vayas sintiendo mejor.
Por ejemplo, sal a caminar en lugar de correr, o puedes dar un paseo en bicicleta pero a baja intensidad.
Recuerda escuchar a tu cuerpo y no excederte en el esfuerzo.
Cuando quieres hacer ejercicio con gripe y solamente tienes síntomas ‘por encima del cuello’, existen diversas actividades físicas que son más adecuadas.
Algunas opciones recomendadas son:
Es preferible realizar estas actividades en casa o al aire libre antes que elegir lugares concurridos o cerrados como los gimnasios. Así reduces el riesgo de contagio y proteges a otros.
MUY IMPORTANTE: Hasta que la recuperación no sea completa, recuerda evitar ejercicios extenuantes o de alta intensidad que puedan agotarte aún más o empeorar tus síntomas.
Si tienes síntomas de resfriado de la garganta hacia abajo, es mejor que te quedes en casa.
Algunos de ellos son:
Si presentas estos síntomas, evita realizar cualquier tipo de ejercicio.
Estos síntomas indican que la enfermedad está afectando el sistema respiratorio y/o gastrointestinal, lo cual aumenta el riesgo de complicaciones si se realiza algún tipo de ejercicio físico.
Si estos son tus síntomas, es mejor que te quedes en casa y descanses. Hacer ejercicio físico puede empeorar tu condición y retrasar tu recuperación.
Ante este tipo de síntomas, es importante que evites cualquier tipo de actividad física ya que tu cuerpo no está en condiciones óptimas para realizar ningún tipo de esfuerzo físico.
Estos síntomas son indicadores de que el cuerpo está luchando contra la enfermedad y necesita descanso para recuperarse adecuadamente.
Es fundamental que te mantengas en reposo y evites hacer ejercicio para no poner en riesgo tu salud y la de los demás.
Tomar unos días de descanso no afectará tu rendimiento a largo plazo, y es fundamental priorizar la recuperación de tu salud.
Debemos de partir de la base de que si el cuerpo está pasando por una situación de enfermedad, es necesario darle toda la ayuda posible para que pueda recuperar la homeostasis o equilibrio interno en el menor tiempo posible, y esto pasa por cuidar la alimentación, mejorar la calidad de sueño y reducir el nivel de estrés, entre otros.
Si realizas actividad física con gripe, estás desbalanceando los recursos que el sistema inmunitario tiene que dedicar para combatir la enfermedad y esto puede hacer que esta situación se prolongue en el tiempo.
Aunque no recomiendo hacer ejercicio estando enfermo, si decides hacerlo de todos modos, es importante reducir la intensidad para prevenir posibles complicaciones y lesiones, especialmente cuando tu cuerpo ya está debilitado por la gripe.
Recuerda que lo más importante en esta situación es permitir que el cuerpo se recupere gradualmente.
Adapta tu estilo de vida a tu estado de salud para tener una vida saludable.
Además de reducir la intensidad del ejercicio, estos consejos te pueden ayudar si decides hacer ejercicio estando enfermo:
La próxima vez que te encuentres enferm@, recuerda estos consejos.
La mejor opción es siempre quedarse en casa, descansar y permitir que tu cuerpo haga su trabajo.
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Un comentario
Otras curiosidades sobre la fiebre.
La fiebre libera la hormona del crecimiento (GH) [Por eso los niños, cuando están enfermos en cama, crecen].
Y como decías en el artículo “Peligros de desayunar poco y cenar mucho”; “algunas horas después de irnos a dormir, nuestro organismo libera en la sangre la hormona del crecimiento, […] que transforma la grasa en músculo y fortalece nuestro sistema inmunitario.
Al final, va a ser un lujo eso de tener fiebre jejeje