Después de las tres primeras durísimas y larguísimas etapas en la Titán Deser 2014, al ver el perfil de lo que quedaba todavía todos nos creíamos que lo más duro había pasado. Pensábamos que lo que restaba hasta llegar a meta era coser y cantar, pero fue un error pensar así. Nunca te confíes ni pienses de esta manera, pues tu cerebro se relaja y esa falta de tensión puede hacer sufrir mucho a tu cuerpo. Está siempre alerta y piensa que en este tipo de carreras por etapas tan duras, cada día es el más duro ya que vienes cansado de días anteriores y no sabes cómo estará esa jornada el terreno de duro o de blando, no sabes el calor o el viento cómo se va a comportar… Está siempre alerta.
La cuarta etapa de la Titán Desert 2014 parecía en principio sencillita, después de lo que teníamos ya pasado.
Ruta: Boudnib – Erg Chebbi
Distancia Etapa:119, 62 km + enlace de 17,230 km
Desnivel Acumulado:471m
Terreno: Pistas rápidas con alguna zona pedregosa. Primeras zonas de arena.
Las Claves de Etapa: El calor, acercándonos al desierto y algún paso pedregoso pondrán a prueba a los participantes en esta etapa de llegada al desierto.
“Solamente” y pongo “solamente” entre comilla… 120 kilómetros más un tramo por carretera de 17 kilómetros en los que fuimos todos juntos y neutralizados pero que no contaban en el cómputo general de la etapa. Al final, otros casi 140 kilómetros para el cuerpo.
El día de la cuarta etapa de la Titán Desert 2014, a medida que nos acercábamos a las dunas nos encontramos también con una ola de calor. Había momentos en los que sentía como si me marease, como si se me fuera un poquito la consciencia. Me di cuenta de lo que pasaba cuando miré la temperatura. Ese día el termómetro del Garmin llegó a marcar 46 grados centígrados. Fue una auténtica pasada. Esta jornada se retiraron más de 40 personas. Recuerdo a un compañero Francés, Joel, que después de dos horas de haber terminado la carrera nos encontramos en enfermería. Yo iba a curar las úlceras de mis glúteos y él estaba allí porque tenía un golpe de calor. Su temperatura no bajaba de 40 grados, y esto es muy peligroso ya que puede provocar incluso una parada cardiaca. Realmente fue un día extremo.
Si vives en un lugar donde no hace mucho calor… es difícil entrenar para acostumbrarte a estas temperaturas, pero trata de entrenar en las horas más calurosas del día, a medio día o por la tarde. No es igual que entrenar en el desierto, pero al menos tu cuerpo se acostumbrará a trabajar con algo de calor.
Desde la primera etapa de la Titán Desert me vino muy bien un pañuelo para la cabeza. De esta manera se puede evitar que dé el sol directamente en la cabeza al pasar entre las rendijas del casco, especialmente para gente como yo, que andamos justo de pelo.
Si no quieres el pañuelo en la cabeza porque te agobia y eres de poco pelo, date crema protectora en la cabeza. Esto evitará que te quemes. Son muchos días y muchas horas al sol y si te quemas la cabeza… se hace un poco incómodo el pedalear con la sensación de picor debajo del casco.
No hace falta que diga nada de la crema protectora porque ya sabes de sobra que es necesaria. Aunque Madform tenía una carpa en la cual los participantes podíamos darnos crema calentadora y protectora, yo decidí llevarme la mía que tenía protección 50. La que usan los niños para ir a la playa o la piscina.
El primer día al final de la etapa, vi a algunos participantes que estaban literalmente achicharrados. Tenían la piel roja roja roja, casi estaba “encendida” e incluso habiéndose dado crema en la salida. No se la aplicaron bien y se quemaron. Hay que poner consciencia en esta acción ya que de ella depende que te quemes o no te quemes. Echarla bien en los brazos, por delante y por detrás, igual que en las piernas. Date un poquito por debajo de la piel donde acaba el culotte y el maillot, no sea que estos se muevan por algún movimiento que hagas durante la etapa (en tantas horas dan tiempo a muchas cosas) y quedes al descubierto esa piel que nunca le ha dado el sol y te quemes. Ojo que hay maillots que son muy finos y no tienen protección ultravioleta. Atentos a esto porque los rayos de sol pueden atravesar la ropa que no tiene esta protección. Mucha atención al cuello y sobre todo a la nuca. En esta zona está dando continuamente el sol. Ahí tienes que incidir y poner mucha atención. Algunos participantes como por ejemplo Rubén, llevaron durante toda la prueba un protector para el cuello e incluso manga larga para proteger del sol los brazos. El tiene experiencia en esto ya que al ser piloto de Rallyes ha pasado mucho tiempo en Marruecos y en zonas de desierto participando en carreras. Además, solamente hay que ver a los lugareños. Todos llevaban un pañuelo que les cubría la cabeza y el cuello. Será por algo.
Un consejo que me dieron antes de ir a la Titán Desert y que yo me tomé muy enserio fue el de llevar Jamón. Me decían que el motivo es que te ayuda a retener líquido y esto en el desierto se agradece porque se suda menos. Bueno… no sé yo si esto será cierto o no, pero lo que sí que está claro es que el jamoncito de la tierra, de Extremadura, me vino muy bien para tomarlo en la tostada del desayuno. Me llevé 10 sobres que algunos tomé en el desayuno y otros los compartí con mis compañeros del equipo Compex. Lo dicho, no tengo claro que el jamón te ayude a ser más eficiente en este tipo de pruebas, pero en el peor de los casos, te viene muy bien para enriquecer tu desayuno. Además, está “Mu Rico”
Este artículo trata sobre...
ToggleA estas alturas de la Titán Desert el cuerpo está ya muy tocado .
Llevamos con este 4 durísimos días y mucho cansancio acumulado. El cuerpo casi no te pide de comer ni de beber, ni tienes hambre ni muchas veces eres capaz de pensar en tomar agua, por lo que hay que obligarse a ello si quieres llegar a ser un finisher. Más de un deportista se fue a casa por culpa de la deshidratación. El mecanismo de la deshidratación es muy sencillo; No bebes porque no te apetece, y mucho menos te apetece beber agua calentorra. Imagina cómo de caliente está: tu cuerpo normalmente tiene una temperatura de 37 grados centígrados. En estas etapas en las que pasas tanto tiempo al sol y estás realizando un ejercicio físico duro, puede llegar tu temperatura corporal a los 39 e incluso a los 40 grados. Cuando das un sorbo al agua y sientes que está muy pero que muy caliente, es fácil que el agua esté entre 45 y 50 grados, cosa que no te invita a beber. Estás esperando llegar a un punto de avituallamiento para refrescarte con el agua fresquita. Estos están a unos 40 kilómetros de distancia el uno del otro. Dependiendo del terreno, puedes tardar entre una hora y media y dos horas y medias en llegar a estos puntos. Si no te hidratas bien y bebes constantemente pequeños sorbos, el intestino sufre como una pequeña “sequía”. Se queda menos húmedo. Cuando bebes tras un largo periodo de no haber probado un sorbo de agua, el intestino no es capaz de absorber el líquido, por lo que tu cuerpo no puede retener ni asimilar ese agua. El agua, igual que entra se va. Cuando sucede esto, ya es tarde. Tu cuerpo no absorve el agua y cada vez está menos húmedo. Estás ya en un proceso de deshidratación. Por eso es tan importante dar pequeños sorbos de agua cada 10 o 15 minutos cuando hace mucho calor y estás en pleno esfuerzo físico, para que esto no suceda.
Con la comida también tenemos que ser muy serios. Cada día que pasa te vas encontrando más cansado y el cuerpo no te pide de comer. Hay casi que obligarlo. Si no eres ordenado en este punto, es posible que cuando el cuerpo te pida de comer ya sea tarde y tengas una pájara encima. Para que esto no ocurra, tienes que comer cada hora. Una barrita, un gel, comida que te mantenga al máximo la energía. No te confíes y no te pongas a comer “cuando tengas hambre” porque es posible que cuando llegue ese momento, cuando te entre hambre, sea tarde para que tu cuerpo pueda transformar ese alimento en fuerza.
Toma en serio estos dos puntos porque en carrera según van pasando los días, ni te entrará hambre, ni te entrará sed.
Te dejo un video del tercer avituallamiento de la cuarta etapa.
Algo que me vino muy bien en esta etapa para calmar el dolor que arrastraba de jornadas anteriores sobre todo de los glúteos y de la rodilla, fue el ibuprofeno. Recordad que la rodilla cada día que pasaba se iba cargando más y más puesto que al tener los glúteos con heridas me ponía mucho tiempo de pie, por lo que inconscientemente al tratar de dar descanso al culete, estaba cargando la rodilla izquierda.
Ya, ya. Sé que me vais a decir que yo no recomiendo el ibuprofeno para el deporte como hemos visto en este artículo; https://www.deporteysaludfisica.com/tomas-ibuprofeno-para-entrenar-cuidado/ pero esto ha sido algo puntual. Tenía que acabar la Titán Desert y necesitaba algo que me calmara el dolor. De verdad que ha habido momentos muy duros porque cada pedalada que daba, cada piedra que pillaba, el culo lo sentía y el dolor me llegaba hasta lo más profundo de mi ser. Solamente el ibuprofeno calmó esa sensación tan dolorosa. Tenía que terminar como fuera y el ibuprofeno fue mi aliado.
Sigo sin recomendar el ibuprofeno a la hora de hacer ejercicio ya que si hay algo que duele mientras haces deporte, o bien tienes que tratarlo con descanso o con algún remedio que facilite tu médico, o bien tienes que entrenarlo para que no vuelva a suceder, y nunca tomar ibuprofeno para calmar el dolor y seguir haciendo ejercicio. En esos momentos era consciente de que esto era algo puntual. Solamente por dos días más, hasta que la prueba acabase.
Además, este día estuvo totalmente justificado ya que el primer tercio de carrera, unos 40 kilómetros de la cuarta etapa, fueron durísimos en cuanto al terreno. Había piedras como puños insertadas en el camino. No se podía coger bien el ritmo y mucho menos sentado. Fueron momentos muy difíciles que contrastaron con los últimos 20 kilómetros de antes de llegar al tercer avituallamiento líquido, en los que el terreno semiblando y la arena, hacían que te tuvieras que bajar constantemente de la bici porque te quedabas clavado. Sigo impresionado con Rubén, quien iba estudiando la duna o el banco de arena desde lejos y era capaz de calcular cuál era el mejor lugar para pasar por encima de la arena sin quedarse clavado. En un próximo video nos dará una clase sobre cómo atravesar las dunas o los bancos de arena sin necesidad de bajarse de la bici.
Te dejo el video resumen de la cuarta etapa de la Titán Desert 2014.
Llegados a este punto de la Titan Desert, muchos de los participantes ya teníamos el culete totalmente destrozado. Heridas con sangre, úlceras e incluso heridas perforadas que nos hacían muy difícil el poder disfrutar de nuestro deporte favorito y de esta fantástica experiencia. No todo el mundo tenía problemas con el culete. Había corredores que este problema lo tienen más que solucionado. Uno de ellos es el gran Milton Ramos, toda una leyenda en esta espectacular y durísima prueba por etapas. Le pedí a Milton que nos diera un consejo para todos aquellos que queréis hacer vuestra primera Titán Desert y no queréis encontraros con el problema del culete. Aquí está su consejo.
Ganas de aventura, entrenarse bien y una bicicleta doble. Especialmente este último punto. Es cierto que si tuviera que haber abandonado la Titán Desert no hubiera sido por las dunas ni por las montañas. Iba bien entrenado. Hubiera sido por el culo. De verdad que cada pedalada era una auténtica tortura. Este aspecto hay que tenerlo muy en cuenta ya que el terreno de Marruecos no tiene nada que ver con el de España. Aquí los caminos están más o menos bien. Se puede rodar. Allá, todos los caminos tienen piedra. Mucha piedra. Es un machaqueo continuo el que recibe el culo.
Me encanta su última frase. Para ganar a Milton Ramos tienes que ser un apasionado de la bici. Te tiene que gustar esto como nada en el mundo. Sólo disfrutando con lo que haces, saboreando cada momento y siendo feliz, consigues ser el mejor. Gracias Milton por tu cercanía y amabilidad.
En el próximo artículo os dejaré unos consejos de los doctores de la Titán Desert, José María y David. Nadie mejor que ellos para poder aconsejarte sobre cómo proteger tu culo de las roturas que provoca el duro terreno de la Titán Desert.
En cuanto a la organización, que hasta el momento he hablado poco de ella, todo muy bien. Es una labor titánica el tener preparados servicios para más de 500 personas en cada etapa; duchas con agua caliente, baños en perfectas condiciones, jaimas con sus colchones y camas hechas (menos en la etapa maratón que solamente estaba la jaima)
El terreno donde iban las jaimas estaba totalmente alfombrado y esto daba un aspecto de confortabilidad, incluso estando en medio del desierto.
Esta sería una foto de una de las calles de jaimas. Tenían este aspecto.
Y dentro de la jaima al principio parece que no, pero según te haces a ella, tienes mucho espacio para descansar y para organizar tus cosas. Con sus 2X3 metros se convertía en esos días en el refugio de los guerreros.
Los water muy pero que muy limpios al igual que las duchas, algo por lo que hay que felicitar una vez más a la organización. Tenía un equipo de limpieza que revisaba cada water una vez era desocupado, por si algún resto humano no se había marchado. Estaban preparados con cubos de agua para ayudarlos a darles “el último adiós”…
Teníamos agua caliente incluso, todo un lujo en pleno desierto o en plena montaña donde había casas que ni siquiera tenían agua corriente, ni luz ni agua. Las duchas de la organización tenían más fuerza que la de algunos hoteles en los que estuvimos. Había un water y una ducha para cada 25 personas. Como íbamos llegando escalonados, no había problemas de aglomeración en las duchas. Esta de debajo sería una de las zonas de baños. A la derecha estaban las duchas y a la izquierda los waters. Al fondo un gran lavabo para lavarse la cara, las manos, los dientes…
Sé Feliz.
Pedro García.