Uno de los mayores atractivos de la Titán Desert 2014 fue la etapa de las dunas. Ese día tuvimos que atravesar (sin ningún tipo de indicación por parte de la organización y tan sólo con la ayuda de nuestro GPS), un tramo de dunas de arena.
Comenzamos la quinta etapa ya pegados al desierto del Sáhara.
Ruta: Erg Chebbi – Merzouga
Distancia Etapa: 112,800 km
Desnivel Acumulado: 444m
Terreno: Pistas desérticas, travesía de dunas. Paso Garmin
Las Claves de Etapa: La navegación y el paso de las dunas. La etapa reina del desierto. Un recorrido casi circular con un final rápido por pistas muy diferentes a los primeros kilómetros.
Este día la primera hora iba a ser complicada ya que yo no soy experto ni en pasar dunas ni en navegación con GPS. La arena y yo no nos llevamos muy bien. Como las dunas las encarábamos desde salida y a primera hora de la mañana cuando todavía están más compactas debido a las temperaturas frías de la noche, es más fácil pasar por encima de ellas montado en la bici. Los de delante que estaban disputando la carrera, pusieron en sus ruedas 0.5 – 0.6 atmósferas de presión desde salida. Esto hacía que la cubierta tuviera una amplia superficie que junto con la dureza matutina de la arena, literalmente surfeaban sobre las crestas de las dunas. Una vez pasado el tramo de dunas, metieron aire a las ruedas con la ayuda de las bombonas y siguieron con total normalidad el resto de la etapa. Es una fantástica estrategia.
Yo, como no tenía mucha experiencia en esto de las dunas, las hice como la mayoría de participantes; a pie y en las ruedas con la presión normal.
Un truco que me enseñaron algunos mecánicos que llevan mucho tiempo en esto de la Titán Desert es que cuando se esté en un terreno arenoso y se vaya caminando, hay que empujar la bicicleta desde el sillín. Si la llevas por el manillar vas marcando continuamente la rueda en la arena y esto te da más trabajo. Siempre que estés en arena, empuja la bicicleta desde el sillín.
Te dejo un video de la quinta etapa y las dunas de la primera parte de la carrera.
En este día también había que utilizar la orientación con el GPS. En las dunas no había ningún tipo de señal que te indicara por dónde tenías que ir. No teníamos indicación ninguna por parte de la organización en los primeros 30 kilómetros. Teníamos que confiar en nuestro GPS para llegar al punto de control. La noche antes ya habíamos introducido los waypoints en el GPS, los cuales nos llevarían a los distintos puntos de paso a través del desierto. En el siguiente artículo de la sexta y última etapa os contaré más sobre los waypoints y el GPS. Esto hay que llevarlo aprendido de casa y tener agilidad en poner los puntos GPS o waypoints para que en la Titán Desert los pongas casi con los ojos cerrados y sin equivocarte, puesto que un error en un “numerito” a la hora de ponerlos te puede llevar a un destino no deseado. Si esto sucede al lado de tu casa, no te importará mucho, pero si te ocurre en el desierto…
Una vez pasadas las dunas, tocaba terminar la etapa. Como ya llevábamos días de calor y éste también fue un espectacular día de sol, la organización nos ofreció no pasar por el tercer punto de control a cambio de penalizar con 14 horas. Yo lo preferí así. Elegí que me penalizaran con 14 horas para ahorrarme 25 km. El culo estaba ya muy pero que muy tocado y la rodilla cada vez me daba más la lata.
Si antes íbamos disfrutando del paisaje y de los compañeros de ruta, en este día disfruté y me relajé más todavía. Incluso estuve con Omar, un vendedor local que nos siguió toda la etapa con su moto. El nos iba informando de por dónde íbamos y qué era cada cosa que teníamos delante. Además, nos dio incluso tiempo a negociar con algunos artículos típicos de la zona con los que comerciaba.
Te dejo un ratito con Omar en el primer avituallamiento con las vistas de la frontera de Argelia a un lado y las dunas de Erg Chebbi a otro.
Otro de los regalos que nos dio a la vista este recorrido de la Titán Desert 2014 fue este pueblo en ruinas. Un pueblo abandonado en medio del desierto, con una especie de fortaleza y una muralla que se conservaban perfectamente (parecía que se habían fabricado la fortaleza y la muralla con material de mayor calidad al de las casas porque era lo que mejor se conservaba) y todo ello realizado con barro y paja. Por supuesto una vez más, en medio de la nada. Es muy duro este país, pero a pesar de todo, la vida se ha desarrollado y se desarrollará con normalidad. Unos paisajes increíbles y unas personas maravillosas que han calado muy dentro de mi.
La etapa en sí, quitando el paso de dunas y todas las distracciones que teníamos durante el recorrido que nos ayudaba muchas veces a olvidarnos de cómo de tocado llevábamos el culo, se hizo un poco dura porque al ser zona de arena teníamos mucha parte del recorrido por terreno ondulado que nos hacía vibrar cada vez que pasábamos por encima, terreno que el viento se había encargado de dar forma y había creado unas muy bonitas ondulaciones con las que la vista disfrutaba pero no el culete. Cada vez que pasaba por un terreno ondulado, y fueron muchas, tenía que ponerme de pie para aliviarme de la presión del sillín. Este gesto volvía a cargar una y otra vez la rodilla izquierda que por momentos estaba cada vez peor. Esa ondulación es similar a la que nos encontramos en los caminos de España cuando un tractor ha dejado su huella. Es como si fueras con la bici por encima de una gigantesca patata ondulada todo el tiempo.
Con respecto al culo… en esta quinta etapa ya estaba al límite. Totalmente dolorido y casi incapaz de poder sentarme. Gracias al ibuprofeno pude soportar mejor el dolor. Me avisaron de que esto sucedería y por eso me llevé todas la cremas que me recomendaban y que leía en los distintos foros, no sólo para el culete, sino para todo el resto del cuerpo; vaselina, crema Pasta Lassar, Plasimine o Neobacitrin, Halibut pomada regeneradora, Mepentol (para curar llagas por la noche), Ruscus Llorens (para las hemorroides por si salían), crema solar, crema de labios, Aftersun… al igual que pastillas de todo tipo; Fortasec, Iboprufeno, Dormidina. Y por supuesto Tiritas, Apósitos para llagas, mecromina o yodo, citorsal, crema hidratante, colirio, compeed ampollas… Madremía… la maleta parecía el botiquín de una ambulancia.
De todo esto, lo que más usé fueron las siguientes cosas:
Vaselina para pies y culottes.
Tiritas y compeed ampollas para alguna rozadura puntual.
Crema solar y aftersun cada día.
Crema de labios ya que allí se cortan mucho.
Ibuprofeno en las últimas etapas.
Esto fue lo que usé ya que el culete me lo curaban en enfermería cada día y nos ponían unos apósitos que iban realmente bien. Además, los médicos decían que no era bueno echarse nada. Lo mejor para recuperar las yagas es el descanso, pero este no vendría hasta que acabásemos la Titán Desert. Sí es cierto que el Halibut me ha venido muy bien para cicatrizar más rápido una vez que llegué a casa y comencé el descanso, pero en la prueba no me hizo mucho, más que nada porque no me la pude echar. De nada me sirvieron tantas pomadas. Una vez que salen las heridas en los glúteos… es complicado. No se puede echar nada.
Algo que también usarás y te vendrá bien será el jabón. Tras cada etapa hay que ducharse y aunque la organización te da jabón, te recomiendo que te lleves desde casa media pastilla de jabón verde; el jabón lagarto, el de toda la vida. Este jabón te ayuda a desinfectar todo tu cuerpo, especialmente la zona perianal, que se pasa muchas horas sudando y con roce del sillín. Este mismo jabón es el que te recomiendan los médicos para lavarte las heridas tras las operaciones. No tiene ningún tipo de componente químico y se fabrica de manera tradicional, como se hacían antes las cosas. Es con el que yo me lavaba las heridas tras cada etapa y me vino bien para que no se me infectara la zona.
Así y todo, te dejo este fantástico video en el que los doctores David y José María nos cuentan el mejor truco que ellos conocen para que el culo sufra lo menos posible en la Titán Desert.
Recordad que esto de los dos culottes hay que traerlo ya probado desde casa. No hagáis experimentos en la Titán Desert.
En cuanto a la diarrea, si os entra en cualquier etapa de la Titán Desert, antes de tomar Fortasec o cualquier antidiarreico habla con el médico porque en algunos casos el antidiarreico será más perjudicial que beneficioso. Preguntad al servicio médico ante cualquier duda.
Todo el equipo médico ha sido realmente amable y servicial. Un bravo y mis más efusivas felicitaciones a todo el equipo médico que fue tremendamente cercano.
Algo que es casi imprescindible para cada día en la Titán Desert es llevar en el maillot un botecito de aceite para la cadena. No aceite normal, porque con tanta arena eso hace una pasta y puedes incluso llegar a partir la cadena; aceite de Cera o similar. Con tanto polvo, remolinos por casi cualquier lado, arena, arena y más arena, la cadena a mitad de carrera se escuchaba muy pero que muy seca. En según qué posición de los piñones, parecía que iba a partir en cualquier momento. Un botecito de Cera en el maillot es muy útil para estos momentos. A mitad de carrera más o menos, unas gotitas de cera a la cadena hacía que ésta fuera mucho más suave. Así evitas el desgaste en exceso y sobre todo que trabaje más forzada de la cuenta. Lo puedes echar en el segundo o tercer avituallamiento, según sea la etapa. Ten la precaución, si no tienes mecánico, de al llegar al campamento limpiar bien la cadena y volverla a engrasar, siempre con Cera o un aceite similar.
Un último consejo. A esta altura de la carrera con tantas horas de ruta, con tanto polvo tragado por la nariz y con tan poca humedad que hay en la zona, es muy fácil que la nariz sangre ante cualquier gran esfuerzo o simplemente al tratar de limpiártela. La sensación de tener mocos es continua y además los mocos son de los grandes, de los que pesan. Cuidado al meter el “dedito” en la nariz. Ya te digo que es muy pero que muy fácil ponerte a echar sangre. Apúntate para echar en la maleta agua salina para hacer lavados de las fosas nasales cada día después de la etapa. No te puedes hacer una idea del polvo que por momentos tragas y respiras.
Personalmente me sorprendió la sensibilidad que cogió mi nariz en esos días. Cualquier cosita la hacía sangrar, y tardaba un ratito en cortar la hemorragia.
Ya sabes, llévate un kit de lavado nasal para cada día y tras cada etapa o antes de ir a dormir, te lo aplicas. Respirarás mejor, tendrás las fosas nasales limpias, les darás humedad y evitarás el sangrar.
Te dejo un video con el resumen de la quinta etapa desde lo alto de una duna.
Después de esto, solamente quedaba una etapa; La sexta. Estábamos a punto de cumplir la meta y acabar la Titán Desert 2014, la titán más larga y dura de la historia.
Sé Feliz.
Pedro García.